El silbante con gafete internacional Marco Antonio Gato Ortiz actualmente suspendido deberá acudir a un psicólogo para que le ayude a controlar su carácter dentro del terreno de juego, según se pudo conocer en versiones extraoficiales allegadas a la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Fútbol.
De acuerdo a estos datos, dentro de la Comisión de Arbitraje, comandada por Armando Archundia, no cayó nada bien que una de sus mejores cartas como lo es el silbante Marco Antonio Ortiz, haya perdido la compostura en el partido de la fecha cinco entre Mazatlán y Pachuca contra Gustavo Cabral, defensa argentino de los Tuzos del Pachuca, donde estuvo a punto de llegar a los golpes.
Como resultado de estos sucesos que se derivaron después de la expulsión del delantero venezolano, Salomón Rondón, el silbante “Gato” Ortiz y Cabral tuvieron un intercambio de palabras en donde el nazareno tomó una actitud negativa, empujando al jugador, lo cual fue calificado como inaceptable por parte del alto mando de los silbantes, sobre todo porque la función de los nazarenos es la de impartir justicia y no abrir frentes de batallas Este suceso pareció replicar lo que aconteció en el torneo Clausura 2023 cuando el árbitro Fernando Hernández propinó un rodillazo a Lucas Romero, jugador argentino del León, en el duelo de la fecha 13 vs. América, acción por la cual fue suspendido 12 juegos por la Comisión Disciplinaria para sentar un precedente contra futuras conductas de los silbantes en los partidos de la Liga MX.
Por lo pronto, en el caso del llamado “Gato” Ortiz y de acuerdo a los datos recabados, su actitud retadora en varios juegos generó una señal de alerta contra el citado silbante que dentro de la propia Comisión de Árbitros existe la percepción de qué tanto reconocimiento y aparador le ha afectado en su rendimiento que a la hora de transmitirlo a la cancha lo ha perjudicado como pasó en el duelo de la fecha 5 entre Mazatlán vs. Pachuca.
