“No me entusiasma votar, no sabemos a quién votar porque no vemos ningún progreso”, expresó tajante Enedina Landinger, quien trabaja como camarera en el hotel Bellagio en Las Vegas, Nevada. Como ella, otros votantes latinos sienten decepción sobre lo que ocurre en la política estadounidense y hay pocos estímulos para acudir a las urnas.
Nevada es un estado clave en las elecciones generales del 5 de noviembre y aunque ofrece solamente seis votos del Colegio Electoral para la elección presidencial, la diversidad de votantes es un espejo de lo que ocurre a nivel nacional.
Desde 1980, la población en la entidad se ha triplicado y aumentó de tres a cinco y luego a seis sus votos electorales.
Nevada había enfrentado una intercalada de triunfos republicanos y demócratas hasta el 2004, cuando ganó George W. Bush; pero en 2008, la victoria de Barack Obama inició los cuatro éxitos continuos del Partido Demócrata, incluido los competitivos 2016 y 2020.
Sin embargo, en la elección de gobernador, los demócratas no han logrado triunfos contundentes, por ello la entidad se mantiene como “indecisa”. Actualmente gobierna el republicano Joe Lombardo, quien se impuso en 2022 con 48.8% al demócrata defensor Steve Sisolak, quien logró el 47%.
La importancia del voto latino
Aunque hayan logrado triunfos importantes, ambos partidos padecen para imponerse, como el presidente Joe Biden en 2020, quien logró apenas 2.5% puntos más que el expresidente Donald Trump.
Por ello cada voto es tan valorado, como los latinos que representan uno de cada cinco votantes registrados en el estado, según un reporte del Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO, por sus siglas en inglés).
“Dada la competitividad de las últimas dos elecciones presidenciales de Nevada, las elecciones de 2024 en este estado volverán a implicar una contienda presidencial muy reñida”, reconoció Arturo Vargas, director ejecutivo de NALEO. “Los latinos están preparados para tener un impacto significativo en las elecciones al Congreso del estado, incluidas las contiendas que podrían inclinar la balanza del poder en el Senado y la Cámara de Representantes de los EE.UU.”.
NALEO realizó en junio pasado su convención anual en Las Vegas, donde la importancia del voto latino en la entidad fue destacada en las mesas de análisis.
Vargas remarcó que los partidos debían mantener una “sólida difusión” entre los votantes latinos, para asegurar su respaldo.
Landiger, sin saberlo, se alineaba a la opinión de Vargas, porque considera que los partidos tienen un alto compromiso para acercarse a los votantes.
“Falta educación [por parte de] ambos partidos, que nos den un poquito del porqué votamos por ellos, pero que cumplan, porque después de que ya vota uno, no cumplen ellos lo que prometieron”, agrega. “Básicamente una educación más para nosotros los latinos por qué tenemos que votar, por qué es importante el voto y por qué el voto latino ayuda mucho a Estados Unidos, aparte de que nosotros trabajamos, lo más que se pueda para nuestra familia y para sacar adelante a Estados Unidos también”.
Enedina Landiger aseguró estar registrada, “lista para votar”, pero no tenía un candidato definido, pero se decidiría por quien pueda ofrecer un “mejor futuro”, no solamente para ella, sino para sus hijos y nietos.